Todo el pueblo
continuó en la recepción, pero el detective Seth Bauwens condujo hacia el norte,
cerca de los límites del pueblo. El cuervo volaba sobre su automóvil como un
acompañante silencioso. Aparcó junto al Audi de Caín, frente a una casa aislada
entre pinos, cipreses, nogales y manzanos; miró al cuervo que se había posado
sobre la barandilla de madera del porche y entró sin golpear. Caín, Milo y
Jonás lo estaban esperando en la austera sala.
—Creo que
tendremos un nuevo habitante en Lichtport —les dijo.
—Mía Gentile,
la hija de Daniel —anticipó Jonás, con su voz ronca y gastada—. Milo me ha
dicho que parece agradable, pero que todos han percibido algo inusual en ella,
¿cierto?
—Pues sus
emociones son demasiado confusas y solo percibo imágenes erráticas —confesó el
detective—. Debemos ser cautelosos. Su contacto con su padre ha sido escaso
todos estos años y no sabemos cuánto sabe de nosotros.
—Para eso estás
tú aquí, Seth. Si hay algo extraño en ella, lo sabrás antes que nadie.
—La chica no
causará problemas. Solo está angustiada, eso es todo —interrumpió Caín con tono
seguro y relajado—. En unos días volverá a su casa. Por lo tanto, no veo razón
para alarmarnos.
—Es cuestión
de precaución, lo sabes muy bien —le dijo Seth.
—Entonces,
les rogaría que vayamos al grano. Tengo una reunión en media hora.
Milo giró su
cabeza para lanzarle una de sus punzantes miradas a Caín y, con lo que resultó
ser un evidente sarcasmo, le dijo:
—El mundo de
los negocios te tiene muy ocupado.
—Así funciona
esta Era, Milo. O te adaptas al progreso o te consumes en la nostalgia.
—¿Por qué
estás aquí, de todos modos? Hace tiempo que ya no te ocupas de estas cosas.
—¿Y tú desde
cuándo lo haces?
—Caín está
aquí porque yo se lo pedí —interrumpió Jonás ante el predecible entrecruce de
palabras—. Él es parte de Lichtport también y la muerte de Daniel nos ha
afectado a todos.
Milo le lanzó
otra mirada recelosa y continuó:
—Sabemos cómo
actuar si un desconocido se presenta en el pueblo, pero...
—Mía no es un
desconocido, es la hija de Daniel —precisó Seth.
—Pero es
difícil de leer incluso para ti —interrumpió Caín con una risa tonta. Realmente
disfrutaba perversamente de los fracasos ajenos—. Repito que no creo que
permanezca aquí mucho tiempo.
—Lo mismo
dijiste de Napoleón en Italia —siseó Seth.
—Si
permanecerá aquí o no, es decisión de ella, no nuestra —volvió a interrumpir Jonás—.
Su padre acaba de morir y necesitará tomarse su tiempo. Debemos acompañarla y
ayudarla en lo que necesite como a cualquier otro miembro de nuestra comunidad.
—Por
supuesto, pero esa chica tiene un gran desequilibrio emocional y me temo que
interferirá en la investigación —continuó Seth—. No cree que su padre haya sido
atacado por un animal.
—Ni yo —agregó
Milo—. Lichtport no ha tenidos lobos salvajes en años, ¿por qué habría de
tenerlos ahora?
—Progreso,
Milo, pro-gre-so —repitió Caín.
—No estamos
seguros de que haya sido un lobo —declaró Seth—. Yo fui quien encontró a Daniel
en el bosque, pero no percibí ninguna presencia, ni en ese sitio ni en los
alrededores. No tengo idea de qué fue lo que lo atacó y Mía no se conformó con
el informe oficial.
—En ese caso,
podría persuadirla para que se limite a hacer lo que debe y luego se vaya —comentó
Caín.
—La chica
acaba de llegar, ¿y tú ya quieres hechizarla?
—¡¿Hechizarla?!
¡Ja! ¿Me comparas con un simple brujo?
—¡Nadie le hará
nada a Mía! —exclamó Jonás, imponiendo su autoridad—. Por el momento, nos
mantendremos alerta y la ayudaremos en lo que podamos. Y tú, Seth, ya sabes lo
que debes hacer. —El detective y centinela asintió con la cabeza.
Milo, por su
parte, miró a Caín con suspicacia. Aunque no era capaz de leerlo, conocía muy
bien sus costumbres.
Una vez que Jonás
dio por terminada la reunión, Caín subió a su coche y condujo velozmente hasta Ravensburg,
donde manejaba una pequeña pero monopólica compañía de bienes raíces. Era una
útil fachada que además dejaba buen dinero.
—Buenas
tarde, señor. Alan y Gabriel lo esperan en su oficina —le dijo su secretaria al
verlo entrar. Era una muchacha joven, más bien menuda, y que fingía muy bien la
simpatía.
—Gracias,
Ruth. ¿Algún mensaje?
—Solo algunas
cartas que dejé sobre su escritorio. Y Karen Pacheco está aquí desde hace veinte
minutos, la hice pasar a la sala de reuniones.
—Bien, ofrécele
un café.
—Ya lo hice.
—Entonces
ofrécele otro —le ordenó. Luego se aflojó un poco la corbata y entró a su
oficina.
Al verlo
entrar, los dos jóvenes se pusieron de pie firmemente como soldados ante su
rey.
—Buenas
tardes, señor —dijeron al unísono.
—¿Cómo estuvo
el funeral? —preguntó Alan, el rubio de mirada maniática.
—Como todos
los funerales: aburrido, hipócrita y patético —respondió Caín y se quitó la
chaqueta.
—Esa estúpida
costumbre milenaria de abonar la tierra con cuerpos humanos... Vaya desperdicio
de comida.
—Sobre todo
si gastas tanto dinero para el cadáver de un ebrio bueno para nada —agregó Gabriel,
el moreno de piel, ojos y cabello.
Caín les
lanzo una breve mirada mientras revisaba la correspondencia sobre el escritorio
y rió por lo bajo.
—En primer
lugar, la ceremonia fue para Mía y para la gente del pueblo —les dijo—. Y en
segundo, tu interés materialista no hace más que delatar tu juventud y
estupidez, mi impertinente muchacho. Una mínima inversión siempre es necesaria,
de dinero, de tiempo y de energía. Mía estaba muy emocionada y agradecida por
todo, y eso es lo que importa.
—Lo siento,
señor —se disculpó Gabriel.
—No lo hagas.
Estás aquí para aprender, no para disculparte. Ahora más que nunca cuento con
ustedes para encargarse del negocio mientras yo me ocupo de Mía.
—¿Qué tan
valiosa es esa chica? —preguntó Alan.
—No tienes
idea —respondió con una sonrisa deliciosa. Incluso contuvo el deseo de frotarse
las manos—. Ahora bien, ¿qué hay de la tal Karen Pacheco? ¿Tienen el informe?
—Aquí mismo. Es
todo lo que hemos podido investigar en tan pocos días —dijo Gabriel, acercándole
una carpeta—. Al parecer es una inversionista muy ambiciosa.
—Interesante...
—murmuró Caín ojeando los papeles sin mucho interés y luego los echó al papelero—.
¿Y el verdadero informe? —añadió, pero los jóvenes se mantuvieron en silencio,
con la mirada inquieta como dos niños que no habían hecho su tarea—. El informe
psicométrico —insistió—. ¿Nada? ¿No la leyeron?
Los jóvenes balbucearon
como tímidos alumnos de escuela, a lo que Caín bufó molesto y se frotó los
ojos.
—A ver, ¿qué
rayos es la psicometría? —preguntó.
—Es la
habilidad que tenemos para percibir información residual, la memoria histórica o sensaciones relativas de
un objeto o persona —dijo Alan como si lo leyera de una enciclopedia.
—¿Y cómo
funciona?
—Por medio
del contacto físico —respondió Gabriel.
—Bueno, han
pasado el exámen teórico muy bien, ¡pero no el práctico! —espetó—. ¿De verdad
no leyeron a esa mujer cuando llegó?
—Pues yo
apenas conseguí algunas imágenes —dijo Gabriel—. La vi en su coche rodeada de cosas,
tomando notas... Nada relevante.
—¿Y tú Alan?
—Solo logré
verla en diferentes oficinas, haciendo negocios o algo así.
Caín respiró
profundo y soltó el aire muy despacio, manteniendo su expresión severa.
—¡Ruth! —exclamó
y la chica entró enseguida.
—¿Sí, señor?
—Dime por
favor que tú sí leíste a la tal Karen.
—Oh, bueno...
—balbuceó la joven—. Obtuve solamente una imagen cuando le llevé el café. La vi
pelear con un hombre, al parecer su esposo o novio...
—O padre,
hermano, primo, vecino... —interrumpió Caín con tono sarcástico.
—Tal vez no haya
más que lo que pudimos ver.
—O tal vez no
se estén esforzando lo suficiente —siseó y hasta el aire se tensó—. Llevo años
trabajando con ustedes, ¿y aún no pueden dominar su psicometría? ¡Son mis
aprendices, maldición! A estas alturas ya deberían poder leer a un simple
humano con solo rozarle el hombro. Scheisse![1] —gruñó y se acercó
a ellos para examinarlos de cerca.
Caín era de
esos tipos que no soportan ni la mera idea del fracaso, mucho menos perder el
tiempo, y cuando se ponía de mal humor, se le escapaban insultos en su lengua
nativa.
—No sé qué pretendo
de su generación —se dijo a sí mismo. Continuó mirándolos con detenimiento e
hizo una mueca—. ¡Uh! Aún no han almorzado.
—Estábamos esperándolo
a usted. Ruth quería ordenar comida china —dijo Gabriel.
—¿Comida
china? —repitió, alzando las cejas—. Solo denme diez minutos. —Se ajustó el
nudo de su corbata y fue directo a la sala de reuniones.
Allí lo
esperaba Karen Pacheco, sentada con su carpeta de tapa azul junto a la enorme
mesa. Lucía una camisa delicada y una falda algo sugerente que dejaban en claro
su atractivo físico.
—¿Señorita Pacheco?
—Señor Stärker,
al fin nos conocemos —dijo al verlo, estrechándole su mano.
—Lamento
haberla hecho esperar.
—Estoy segura
de que valdrá la pena.
—Bueno, por
teléfono su oferta sonaba muy prometedora. Aunque debo admitir que me sorprende
su impaciente interés.
—Tenía que
hablarlo personalmente. Aquí he traído todo para explicarle con detalle —dijo y
comenzó a desplegar sus papeles sobre la mesa.
Caín tomó
asiento de un modo distendido y dejó que Karen dijera todo lo que tenía que
decir. Se veía ansiosa, pero muy confiada en sí misma. Quería seducir a Caín
con sus ideas, ofreciéndole una interesante propuesta de sociedad capitalista.
Mientras
tanto, los tres jóvenes empleados continuaron con sus labores, aunque no por
mucho tiempo, pues unos minutos después pudieron percibir sonidos extraños que
provenían de la sala de reuniones.
—Parece que el
jefe está cerrando el trato —bromeó Gabriel.
Ruth encendió
la radio. No quería escuchar ni pensar en su seductor jefe y mentor teniendo
sexo sobre la misma mesa en la que habían discutido el último aumento de
salario.
De pronto,
oyeron un gemido, esta vez más profundo y grave, y lo reconocieron enseguida. Se
miraron sorprendidos y se acercaron despacio a la puerta doble de la sala de
reuniones, pero no demasiado, no se atrevían. Intercambiaron miradas de extrañeza
durante algunos segundos, preguntándose qué estaba sucediendo realmente allí
dentro.
Alan, el más
poderoso de los tres, fue el primero en sentir el último resabio de energía de
Karen y el olor de la carne fresca. Miró a los demás con una amplia sonrisa
contagiosa, tratando de decir lo que se hizo evidente cuando la sangre comenzó
a escabullirse por debajo de la puerta doble. Dieron unos pasos hacia atrás y
éstas se abrieron de repente de par en par. Caín estaba prácticamente bañado en
sangre, con restos de tela, piel y carne en su rostro.
Los miró en
silencio, frunciendo el ceño, se limpió la boca con lo que quedaba de la camisa
de la mujer y les dijo:
—Comida
china, ¡ja! Disfruten su almuerzo.
Los tres jóvenes,
que miraban antes con extrañeza y confusión, sonrieron y se abalanzaron velozmente
sobre el cuerpo mutilado que yacía sobre la mesa, devorando los restos como
bestias carroñeras.
Mientras, Caín
se dirigió a su oficina en busca de un traje limpio que siempre guardaba en
caso de emergencias como esas. Más tarde enviaría a Gabriel a comprar uno
nuevo.
Bien... he llegado demasiado rápido a la 5ta parte del capitulo 1. Y eso es una buena señal: lo que me gusta, me lo devoro. Debo confesar, que el hilo argumental y los condimentos de suspenso y misterio están tan bien realizados, que me es imposible leer la novela de noche, ya que me produce un cierto escalofrío por la espalda.
ResponderEliminarSiendo amante del teatro y de cine, destaco el trabajo muy bien logrado de los diálogos, de la descripción de los movimientos gestuales, y por supuesto, de la caracterización de cada personaje, perfectamente identificables (igualmente esto último se seguirá desarrollando mas adelante, supongo, al ir conociendo cada vez más sobre los protagonistas). Por último quiero destacar la habilidad de irnos develando los secretos del lugar, de los personajes, y de su pasado, en cuenta gotas y así ir acrecentando el suspenso.
Felicitaciones Kramer, y por supuesto, a la espera de más publicaciones.
Wow! Muchas gracias, Eri! Tu comentario me anima muchísimo. Seguiré publicando a menudo y espero que los próximos capítulos te gusten tanto como el 1ero.
ResponderEliminarHola!!
ResponderEliminarMi nombre es Gillian, soy administradora de un par de webs, visité tu portal y está muy bueno, tienes temas muy interesantes y el diseño esta genial. Me encantaría poner un link o un banner de tu web en mis sitios y así mis visitas puedan visitarlo también. Si estás de acuerdo escribeme.
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Gillian Silva
gilixitana@hotmail.com
K-
ResponderEliminarNo puedo evitar pasarme TODOS los días para ver si hay alguna parte más!! Me encantó el final del capítulo, espero poder seguir leyendo pronto :)
Cada vez me gusta un poco más como se va desarrollando la historia, y parece haber más de lo que imaginaba.
Felicitaciones por el gran trabajo.
Gracias, Ca! Me alegro mucho que te guste y espero poder seguir contando con tu opinión.
ResponderEliminarSaludos,
Me acordaré, cuando pida arroz chino,que macabro.
ResponderEliminarGenial la primera parte del capi, no me ha dado tiempo de leer mas, pero voy a continuarlo en cuanto pueda, la historia me ha atrapado.
ResponderEliminarBesotessss.
Gracias, Val. Espero te gusten los siguientes capítulos también.
ResponderEliminarSaludos!
Weno, creo que por fin lo leí completo y en orden, jaja, que parece que he ido leyendo partes que no se seguían las unas a las otras.
ResponderEliminarLa historia genial, me ha encantado, y de seguro voy a seguir leyendo el resto.
Besotessss.
wow.. wow.. estoy impresionada.
ResponderEliminarLa manera en que nos muestras los lugares, escenas y la manera en que interactuan los personajes entre sí es perfecta y misteriosa. Les das un aire de oscuridad y suspenso que atrapa.
Me tienes envuelta en una sombría neblina, Kramer!!
PD: adoro a Milo y a Caín xD
Besos, y saluditos!! ;) Pronto me pondré con el capítulo 2
Al fin alguien que aprecia a Milo! Jajaja... GRACIAS SAVY!!! Vos y yo nos vamos a llevar muy bien, porque ellos son mis 2 personajes favoritos, aunque Milo me resultó más apático de lo que esperaba (esto de que los personajes cobren vida propia y se emancipen del autor es una putada). Pero si duda Caín es el que más me entretiene.
ResponderEliminarBesos!
jajaja
ResponderEliminares que me encantan!! son los polos opuestos! Los pones juntos y segurito se matan! xD los adoro!! Caín es el perverso malvado y Milo es el serio malvado!!!
Gracias a ti por compartir esta espectacular hitoria!! ;)
PD: ahora si me voy xD que debo ponerme con el capi siguiente o Kary me asesina!
siii tu escribe savyyyy que tambien te estoy siguiendo el rastroooooo...
ResponderEliminary ya que estamos...... cuando la parte 3 del 5to Kramer? (kari poniendo ojitos inocentes)
Oh genial.... se la comio¡¡¡¡¡¡ jajajjaajajajjaajjaj
ResponderEliminarey a mi tambien me encanta Milo... (pero ya me dijo savy que se lo diste T-T) Cain guau impresionante.. me encanta sin ningun sentimiento solo se la comio.. ha obtenido en trato interesante..la mujer jojojojojojojojo...
El ni siquiera salio a buscar la comida viene solito a el..y encima la comparte....
esta genial sigo con el proximo capi....¡¡ O_O
Kary deja de seguirmeeeee!!! xD
ResponderEliminarSe... caín es un maestro!!! mis respetos a él :P
BIEN, SAVY!! Vos y yo somos del grupo de los ANTROPÓFAGOS (acólitos de Caín) jajajajaja
ResponderEliminarAGUANTE CAIN! ES UN GROSO!
JAJAJAJAA...
Aqui Val poniendo orden: Caín es MIOOOOOOO, tu me lo regalasteeeeeeeeeee
ResponderEliminarHe dicho, jijii, que quede constancia, jajaja
Besotesssss
Sí, eso! Caín es de Val, así que ojito, chicas! Lo pueden halagar todo lo que quieran, pero no se lo toquen.
ResponderEliminarBesotes, VAL!
Ya habéis leído, no me lo sobéis, que sus conozco... ummm
ResponderEliminarJijiji
Solo puedo decir.... IMPACTADAAAAAAA. Nunca pense con esto que me iba a encontrar, esta buenisimo y voy por mas :D
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Bell!!!
ResponderEliminarMe voy a visitar tu blog! Dejo a Caín al mando.
Pero mi blog esta en construccion todavia o_o, ya tengo presion sobre presion para terminarlo jijijiji prometo que seras el primero en enterarte cuando lo abra ^^
ResponderEliminarSí, lo noté, jajaja. Me avisas a mí primero cuando haya algo publicado o te quito a Jared y lo subasto, jajajajajajaja.
ResponderEliminarHasta que logre ponerme a leer!!!
ResponderEliminarWow esta genial, cada parte me iba atrapando mas y mas y ahora escribire rapidito para seguir con el otro capi.
Cain es un maestro jajajajajj aunque no me gustaria verlo despues de que haya comido, me da un poquito de wixile tanta cosa en su cara ajjaja...
Milo tiene algo encantador (no le digas a Savy que luego me hara algo)...
Ya sigo que luego no avanzo
Gracias, Leny! Yo me preocuparía menos por Savy y más por Darius, que no se ponga celoso.
ResponderEliminarHola Kramer... ahora si puedo decir que termine de leer todo el cap. 1
ResponderEliminarYa había comenzado a leerlo pero abandone la lectura por que me inernaron (uno que es de enfermarse en fechas festivas ¬¬) pero ahorita con más tiempo puedo darme la tarea de leer todo lo que me perdí por andar de achacoso XD.
Lo primero que quiero decirte es que me intrigan mucho los personajes de Seth y Caín. Pero Caín, con esto que acabo de leer, me da la impresión de que es un maldito cab... jajajaja: por lo cual le adoro XD.
Al parecer Mia será una pieza primordial en lo que se avecina, al igual que Milo... pero por ahora no quiero sacar deducciones porque podrpian estar erradas.
Continuare leyendo ;) (plagio de guiño, lo sé ¬¬)
Gracias por tu comentario, Gerardo.
ResponderEliminarTranquilo, lee lo que quieras cuando quieras.
Seth es un idiota, pero no tanto como Milo. Y Caín termina siendo el favorito de tod@s (me incluyo).
Saludos!
Caín es el favorito por esa actitud cínica y muy de "jódete... (o te como >:D)" jajajaja
ResponderEliminarGenial, Kramer, me ha encantado la escena final. ¡Menudos chicos más misteriosos y malos que tienes en tu novela! ¡¡Me encantan!! Sigo con el cap. 2 para averiguar que le pasará a Mia.
ResponderEliminarSaludos
Que personaje es es Caín, me ha fascinado su personalidad y su malicia. ¿Y que es eso que hace a Mía tan especial?
ResponderEliminarTe sigo leyendo!!
^^
My lord Kramer! ._. Jajajajaja la historia promete, me encanta Caín y ya quiero conocer más de Mía, es MUY ATRAYENTE! Por otro lado: Nice! Soy el más poderoso de los aprendices d Caín Jajajajaja Quiero ver en dónde termina todo esto :D
ResponderEliminarGracias, Alan! Un placer tenerte como lector.
ResponderEliminarSaludos!