Premio autocuestionante

Al fin me puedo sentar a escribir un poco y postear este premio que me dieron hace días la Ejecutora Val, la princesa oscura Nei y Carlos del Antro, a quienes agradezco mucho. Disculpen que haya tardado tanto en postear, pero entre las obligaciones y la consigna del premio, pues se me hizo algo difícil.
Ahora bien, como dice el título, consiste en preguntarse algo uno mismo (sí, un premio muy extraño), pero veamos… Humm… Mi autopregunta es:

¿Por qué soy un jodido musicholic?

Respuesta: realmente no lo sé. De veras que no sé por qué mi vida se rige por la música, pero es mi motor de vida, mi droga favorita... ¡soy un yonki musical! La fórmula es sencilla: sin música, no funciono. Y el otro día tomé consciencia de mi adicción cuando me desesperé al no encontrar los auriculares de mi celular. “¡No pienso salir sin mi música!”, y me dio la neura, porque se me hacía tarde y comencé a romper todo a mi alrededor, buscado los puñeteros auriculares. El corazón se me salía de la desesperación y entré en una crisis que me obligó a respirar hondo y decirme "lo tuyo es más grave de lo que pensabas".


Al final los encontré y salí escuchando a los Hosen y regresé con Chris Cornell. ¿Será que me tomo la vida como una ficción, como una película más bien, y que cada suceso-escena tiene que estar musicalizado? Claro, yo no tengo para eso a John Williams ni a Danny Elfman, ni mucho menos a Ennio Morricone, porque mi vida es más bien una combinación de los hermanos Coen, Tarantino, Kusturica y un toque de De Sica. Pero tengo un gusto muy variado y mis apetitos melódicos incluyen diferentes género, desde ópera barroca hasta heavy metal, pasando por jazz de los 30’s y 40’s, country, indie, hard rock, glam, pop y... vale, lo acepto, me gusta alguna que otra canción de David Guetta y de Armin Van Buuren, ¡pero sólo una de cada uno!
Sin embargo, tengo intolerancia gástrica al reggaeton y a la cumbia (la de los últimos años, no a la vieja cumbia romántica de antes, esa no me gusta pero tampoco me jode). Si me van a recordar que la vida es una mierda, hablar de putas, drogas y demás vulgaridades, prefiero que lo hagan Joaquín Sabina, Nacho Vegas, los Redondos, Héroes del Silencio… ¡incluso Fuck The Posse!

El punto es que la música me acompaña siempre y la necesito desesperadamente, todos los días. Y me sigo preguntando el por qué, ¿qué hice yo para ser un jodido adicto a la música?
Yo, que crecí de la mano de Queen, The Police, Pink Floyd, Creedence, Guns & Roses, Metallica, The Ramones… Que me quemé el cerebro con The Wall, que reí con Bill & Ted, Wayne’s World y Spinal Tap, y que hice headbanger hasta romperme el cuello con Beavis & Butthead…

¡Esas eran épocas! Incluso la música del mainstream era excelente y se podía disfrutar de Mtv (que ahora ya ni sé si sigue existiendo porque hace más de quince años que se volvió una mierda).
En resumen, soy un melómano, y por las dudas aclaro -sobre todo para Savy- que no tiene nada que ver con el melón.

Bueno, no quiero seguir divagando en la nostalgia porque los aburriría. Hasta aquí llegué por hoy.
Si esperaban que me pregunte algo “brillante”, lamento decepcionarlos, pero es que estos días ando algo bajo de gasoil. Y se supone que debo pasarle este premio a 10 blogs, pero a riesgo de pecar de facilista (aunque también podría leerse como un acto muy socialista), voy a cedérselo a todos mis seguidores/lectores que quieran hacerlo.

Me despido con la escena final de una peli que mola y con una canción que mola aun más, y que yo al menos considero un himno al rock: God’s gave rock & roll to you (Dios te dio el rock & roll) de KISS.

Bill y Ted, dos tipos que cambian al mundo sólo con su música.

Una vez más gracias a Val, Nei y Carlos por el premio, y a los demás por leerme.


Saludos desde Lichtport!


P.D.: durante todo este mes estaré más liado que lo habitual por razones académicas, así que desde ya me disculpo por no poder pasar a leer vuestros blogs ni postear en el mío más a menudo. Estoy demasiado retrasado con muchas lecturas y con la publicación de los capítulos de LHS, pero espero sepan entender mi ausencia-presencia.